
Ventajas e inconvenientes de una pérgola bioclimática
Cada vez más personas se plantean instalar una pérgola bioclimática en casa. Puede parecer una moda, pero lo cierto es que cuando descubres todo lo que te permite hacer, entiendes por qué tiene tanto sentido.
Eso sí, antes de lanzarte conviene conocer bien tanto lo bueno como lo no tan bueno. En este artículo te contamos de forma clara y sincera las ventajas e inconvenientes de una pérgola bioclimática, para que puedas decidir si realmente es para ti.
Lo primero ¿Qué es una Pérgola Bioclimática?
Es normal tener dudas cuando escuchas el término por primera vez. Suena técnico, pero en realidad es algo muy sencillo y pensado para facilitarte la vida.
Una pérgola bioclimática es una estructura para exterior, con un diseño moderno y muy práctico, que se adapta al clima gracias a unas lamas móviles en el techo. No hace falta que estés pendiente del tiempo o de recoger todo corriendo cuando cambian las condiciones. Con una pérgola bioclimática, tú mandas sobre tu ático o terraza.
Ventajas de una pérgola bioclimática
Te protege del sol, la lluvia y el viento
Esta es probablemente la razón principal por la que tanta gente las elige. Las lamas te permiten controlar el ambiente. Abrirlas para que entre el aire cuando hace calor, cerrarlas cuando llueve, regular la sombra en pleno verano… Y si además le sumas iluminación o calefactores, puedes usar tu terraza incluso en invierno.
Ganas comodidad y confort sin cerrarlo todo
No estás levantando una habitación más, ni encerrándote. Al contrario: sigues al aire libre, pero con protección. El viento molesta menos, el sol no abrasa y la lluvia no interrumpe tus planes. Es como tener un pequeño refugio que se adapta contigo.
Mejoras el aspecto de la casa
Una pérgola bioclimática bien instalada cambia por completo la imagen de tu terraza, ático o jardín. Su diseño es moderno, limpio y elegante. Y lo mejor es que puedes personalizarla con los colores y acabados que quieras.
Aumenta el valor de tu vivienda
Aunque no lo hagas con la intención de vender, una pérgola de este tipo añade valor. Tener un espacio exterior bien aprovechado, cubierto y funcional, siempre es un punto a favor.
El mantenimiento es mínimo
Al estar hechas de aluminio y otros materiales resistentes, apenas requieren cuidados. Una limpieza ocasional y revisar que todo funcione bien es más que suficiente.
Inconvenientes de las pérgolas bioclimáticas
El precio puede parecer elevado, al principio
No vamos a negarlo. No son la opción más barata del mercado. Pero es importante tener en cuenta que estás invirtiendo en algo que dura mucho tiempo y funciona sin problemas. A largo plazo, merece la pena.
No siempre puedes instalarla sin permiso
En algunas viviendas, sobre todo si vives en una comunidad de vecinos o en municipios con normas de urbanismo específicas, puede que necesites pedir permiso. Pero no te preocupes porque las empresas instaladoras suelen ayudarte con eso.
Tiempos de espera
Dependiendo del modelo que más te guste y si es a medida o no, puede que tengas que esperar unas semanas entre las mediciones y las elecciones de materiales y la instalación final.
Aun así, si eliges una pérgola con medidas estándar, los plazos para terminar suelen ser más cortos. Ten en cuenta que evitas que se desplacen a tu vivienda, midan y fabriquen la pérgola. Pero muchas veces, por las dimensiones de la terraza o la forma, que sea a medida es la mejor opción.
¿Qué diferencia a una pérgola bioclimática de una convencional?
Es una de las preguntas más comunes cuando alguien empieza a informarse, y tiene todo el sentido. Porque claro, una pérgola es una pérgola… Pues no exactamente.
La diferencia principal está en el control. Una pérgola tradicional (de madera, de lona fija, con toldo extensible…) te da sombra, sí, pero hasta ahí. No puedes regular nada más. Si hace viento fuerte, si llueve de forma inesperada o si quieres algo más de luz… te tienes que aguantar o recoger todo.
Con una bioclimática, en cambio, tú decides en cada momento cómo quieres estar. Abres más o menos las lamas según el sol, dejas pasar aire si hace calor, o las cierras del todo si llueve. Es como tener un techo inteligente que se adapta a ti. Además, muchas se pueden motorizar, añadir sensores, iluminación, estores laterales… La experiencia no tiene comparación.
Y no solo es cuestión de comodidad. Las bioclimáticas están pensadas para durar. Están hechas con materiales resistentes, con un diseño moderno y limpio que realza cualquier espacio. Mientras que las pérgolas convencionales tienden a desgastarse antes, sobre todo si están a la intemperie, las bioclimáticas se mantienen impecables durante años.
¿Entonces merece la pena?
Sí. Rotundamente sí. Las ventajas superan con creces a los inconvenientes. Si tienes una terraza, patio o jardín y te apetece aprovecharlo de verdad, una pérgola bioclimática es una de las mejores decisiones que puedes tomar. Es una forma de sumar comodidad, estilo y funcionalidad a tu casa.
Y si no sabes por dónde empezar, podemos ayudarte. Contamos con una red de empresas de confianza que trabajan en toda España, seleccionadas por su experiencia y la calidad de sus instalaciones. Solo tienes que rellenar un formulario y recibirás hasta tres presupuestos distintos, sin compromiso.
artículos